El Ministro de Agricultura, Carlos Furche, y el director ejecutivo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), Héctor Echeverría, participaron del cierre del proyecto asociativo de productores de huevos “free range”, que es apoyado por FIA, y que ha sido reconocido a nivel internacional porque promueve el bienestar de las gallinas, el respeto al medio ambiente y prioriza el sistema de comercio justo. La iniciativa de la empresa Ecoterra, desarrollada también con apoyo de INDAP apuesta por un modelo de producción innovador, inclusivo y sustentable en el campo chileno. “Esta iniciativa reúne varias características y que son todas destacables. En primer lugar, esta es la primera experiencia de producción de huevos que se realiza en Chile y en el mundo, que se certifica con un sello de comercio justo, lo cual tiene una agregación de valor muy importante para lo que se está haciendo aquí. En segundo lugar, esta iniciativa tiene una dimensión de sustentabilidad ambiental que es muy relevante y, en tercer lugar, es muy destacable y significativo que se esté incorporando en este proyecto a pequeños agricultores que son de algún modo socios de esta iniciativa y que además les permite mejorar significativamente sus ingresos”, sostuvo Furche. El modelo que desarrolla Ecoterra busca velar por los derechos económicos de quienes no tienen acceso a los grandes mercados a partir de un proceso que respeta el bienestar, tanto de las materias primas, como de los pequeños agricultores de Paine que forman parte del sistema productivo y que la ha transformando en la primera empresa chilena productora de huevos de gallinas libres certificada por el Institute for Marketecology (IMO) con la certificación Fair for Life. El sistema de gallinas libres se ha implementado con éxito en Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia, España, Alemania y Suiza, el cual busca obtener alimentos de alta calidad, con una utilización sustentable de los recursos y respeto al medio ambiente. Las gallinas viven en el exterior sin automatización de luminosidad, temperatura ni humedad ambiental, pastorean en terrenos orgánicos y se alimentan con granos, pasto, insectos y lombrices. Las aves disponen de 5 m2 de pradera por gallina, y han sido manejadas naturalmente, sin aplicación de herbicidas ni pesticidas. Además, al poseer una baja densidad en aves, no es necesario administrar antibióticos ni promotores del crecimiento en su dieta. “Desde su inicio, nuestro proyecto buscó producir huevos de gallinas de pastoreo basado en el comercio justo, es decir incluyendo en la cadena productiva a los pequeños productores de manera asociativa. Dicho trabajo ha entregado excelentes resultados, permitiendo que dichos agricultores sumen hasta cinco sueldos mínimos en sus rentas mensuales, superando el ingreso promedio de la gente que trabaja en el campo, lo que son retornos impensados para ellos, ya que los campesinos suelen quedar marginados de los beneficios de la cadena productiva del mercado agropecuario”, explicó Pablo Albarrán, gerente de Ecoterra. Fuente: Diario El Heraldo
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